La expresión
descubrimiento de América se usa habitualmente para referirse a la llegada a
América de un grupo expedicionario español que, representando a los
Reyes Católicos, partió desde el
Puerto de Palos, comandado por
Cristóbal Colón, y llegó el
viernes 12 de octubre de
1492 a una isla llamada
Guanahaní. Los viajes de los portugueses a
India siguiendo la costa
Africana significaron un estímulo para otros navegantes europeos que creían que era posible llegar a las regiones del
Asia oriental navegando hacia el oeste.
Cristóbal Colón fue partidario de esta hipótesis. Apoyado por la
monarquía española, organizó un viaje de exploración que lo condujo a la costa americana en 1492. Cristóbal Colón creía que había llegado al
continente asiático, denominado por los europeos
Indias y murió sin saber que había llegado a un continente desconocido por los europeos.
La expresión «descubrimiento de América» para referirse a la llegada de Colón al continente americano ha sido criticada por diversos sectores, culturas y estudiosos, dando lugar a un amplio y apasionado debate. En este artículo se adopta como significado del término, todos los viajes realizados por Colón a América, el encuentro de los españoles con las culturas americanas que habitaban esas tierras, así como las relaciones y conflictos inmediatos entre
indígenas y españoles que ese encuentro produjo.
Se trata de uno de los momentos cumbres de la
historia universal porque significó el encuentro de dos mundos humanos que se habían desarrollado independientemente, sin que uno conociera la existencia del otro.
1
En el artículo se distingue claramente el «acto mismo del descubrimiento», entendido como una serie de viajes que hicieron los primeros españoles que llegaron a América y su dimensión de encuentro entre culturas, del posterior proceso histórico conocido como
conquista de América que los europeos realizaron a continuación. Las consecuencias de este encuentro entre dos mundos fueron dramáticas para los nativos americanos, llegando a producirse la muerte de millones de personas (guerras, esclavitud y, sobre todo, enfermedades) y la desaparición de culturas.
Los cuatro viajes de Colón
Cristóbal Colón, en representación de los
Reyes Católicos de
Aragón y
Castilla, realizó cuatro famosos viajes desde Europa a América en
1492,
1493,
1498 y
1502. En el primero de ellos llegó a América el 12 de octubre de 1492, a una isla de las Bahamas llamada
Guanahaní, cuya exacta localización aún se discute. En el tercer viaje llegó a territorio continental en la actual
Venezuela.
A partir del tercer viaje de Colón, descubrimientos y conquista progresaron conjuntamente. Durante los veinte años que separan 1499 de 1519, cuando empieza la empresa magallánica, tuvieron lugar los llamados «viajes menores o andaluces», capitulados por la corona con otros nautas quebrando el discutido monopolio colombino. En el primero de estos participó
Américo Vespucio, a quien se ha atribuido ser el primer europeo en proponer que las tierras a las que Colón había llegado no eran en realidad parte de Asia, sino de un continente desconocido para los europeos.
Primer viaje
Los Reyes Católicos, particularmente la reina Isabel I, deciden ayudar a Colón en su proyecto de llegar a Asia por Occidente. El 3 de agosto de 1492, Cristóbal Colón firma con los reyes las llamadas
Capitulaciones de Santa Fe, documentos por los cuales se autoriza y financia la expedición de Cristóbal Colón a las Indias por el mar hacia occidente. Además se le conceden a Colón una serie de prebendas y títulos, entre ellos: Almirante, Gobernante, Virrey y 10% de las riquezas. También se firman varias provisiones y cédulas para que ayuden a Colón en aquellas villas y puertos de mar a las que se dirigía. Una provisión es dirigida a la villa de
Palos por una sanción impuesta a algunos de los vecinos de esta villa.
El
23 de mayo de 1492, a las puertas de la
Iglesia de San Jorge de
Palos, en presencia de Cristóbal Colón,
fray Juan Pérez y las autoridades locales, se da lectura a la Real Provisión, firmada por los Reyes Católicos, en la que se ordenaba a ciertos vecinos de la villa palerma poner a disposición de Colón dos carabelas totalmente armadas y aparejadas.
Real Provisión de los Reyes Católicos
DIRIGIDA A CIERTOS VECINOS DE PALOS PARA QUE ENTREGUEN A CRISTÓBAL COLÓN DOS CARABELAS
Granada, 30 de Abril de 1492.
Vien sabedes como por algunas cosas fechas e cometidas por vosotros en desserbicio nuestro, por los del nuestro Consejo fuistes condenados a que fuésedes obligados a nos serbir dos meses con dos carabelas armadas a vuestras propias costas e espensas cada e quando e doquier que por nos vos fuese mandado so ciertas penas, segund que todo más largamente en la dicha sentencia que contra vosotros fue dada se contiene. E agora, por quanto nos avemos mandado a Christoval Colón que vaya con tres carabelas de armada, como nuestro capitán de las dichas tres carabelas, para ciertas partes de la mar océana sobre algunas cosas que cunplen a nuestro servicio e nos queremos que llebe consigo las dichas dos carabelas con que asy nos aveis de servir...
Los vecinos a los que es referida dicha provisión contestarían:
... que estaban presto de la cumplir en todo y por todo segund sus Altezas lo mandan...
Parte trasera de la Real Provisión.
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pero la marinería de la zona, que no era obligada por la real provisión, no estaba dispuesta a formar parte de la expedición con un desconocido, como lo era Colón para aquellos hombres. Independientemente de la mayor o menor credibilidad de las ideas colombinas, los hombres de Palos nunca secundarían al
genovés a no ser que le acompañara algún navegante respetado en la villa. Con la oposición de los vecinos y de los marineros, Colón recurre a una de las provisiones expedidas por los monarcas en la que se le concede permiso para reclutar marineros entre los encarcelados, aunque finalmente esto no será necesario.
Así mismo hizo uso de otra real provisión, dirigida a las villas de las costas andaluzas:
...las cibdades e villas e logares de la costa de la mar de Andalucía como de todos los nros. reynos e Señorios (...) Sabedes que nos habemos mandado a Christobal Colon que con tres carabelas vaya a ciertas partes de la mar oceana como nro. capitán (...) por ende nos vos mandamos a todos e a cada uno de vos en vros. logares e jurisdicciones que cada quel dicho Christobal Colon hobiere menester...
Embargó dos barcos en
Moguer, en presencia del escribano moguereño Alonso Pardo y por medio de una comisión dirigida a la villa de Moguer para que cumplieran dicha provisión,
3 embarcaciones que más tarde fueron desechadas. Pero seguía sin conseguir enrolar a la tripulación necesaria para la empresa.
Partida del puerto de Palos 1492, pintura de Evaristo Domínguez, en el ayuntamiento de Palos de la Frontera
En estas circunstancias, y gracias a la ayuda de los franciscanos del
monasterio de La Rábida y a
Pero Vázquez de la Frontera, viejo y respetado marino de la zona, Colón conoce a
Martín Alonso Pinzón,
4 rico armador y líder natural de la zona gracias a sus muchas navegaciones tanto por el atlántico como por el mediterráneo, y por los que había amasado fortuna y fama. Además de los ánimos y la influencia de estas amistades, al mayor de los
hermanos Pinzón le habría convencido también la propuesta que, según el testimonio de Alonso Gallego en los
Pleitos colombinos, Colón le hizo a Martín Alonso:
Señor Martín Alonso Pinçón, vamos a este viage que, si salimos con él y Dios nos descubre tierras, yo os prometo por la Corona Real de partir con vos como un hermano.
Sea como fuere Martín Alonso desde aquel momento comienza una enérgica campaña en favor de la empresa. Desecha las naves que había confiscado Colón en Moguer contratando otras nuevas,
5 6 la Pinta y
la Niña, ya que sabía que eran muy veleras y «aptas para el oficio de navegar» porque las tenía arrendadas,
7 y aporta de su hacienda personal, medio millón de
maravedís, la tercera parte de los gastos en metálico de la empresa.
8 9 Convence a sus
hermanos Francisco y
Vicente, además de a los
hermanos Niño, destacada familia marinera de Moguer, con los cuales se consigue animar y enrolar a toda la marinería necesaria para la empresa, hombres de Palos, del vecino Moguer, de
Huelva, del resto de la comarca
5 e incluso de fuera de Andalucía. Marinería que ahora sí se arriesgaba a aquella navegación, ya que el hecho de que Martín Alonso Pinzón, con sus hermanos y con los Niño, estuvieran a la cabeza de dicha armada era una garantía para los hombres de la zona del
Tinto-
Odiel.
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Ultimados los preparativos la expedición parte del puerto de Palos de la Frontera, el
3 de agostode 1492. La escuadra colombina estaba formada por las carabelas
Pinta, Niña y la
nao Santa María.
La Pinta y
La Niña fueron elegidas por los hermanos Pinzón y costeadas por el concejo de Palos, en cumplimiento de la anteriormente citada real provisión. La tripulación estaba formada por unos 90 hombres aproximadamente.
La llegada a América
El viaje no resultó fácil para nadie, de hecho hubo conatos de amotinamiento, pero gracias a la presencia y las dotes de mando de Martín Alonso Pinzón se consiguieron resolver estas situaciones. Cuando ya se habían agotado todos los cálculos y previsiones realizadas por Colón, se oyó desde
La Pinta el famoso grito de
Rodrigo de Triana «¡Tierra a la vista!», dos horas después de la medianoche del
12 de octubre.
El resumen del Diario de Colón cuenta del siguiente modo el momento de la llegada a
Guanahaní:
Jueves 11 de octubre: A las dos horas después de media noche pareció la tierra de la cual estarían dos leguas amainaron todas las velas, y quedaron con el treo, que es la vela grande sin bonetas, y pusiéronse a la corda, temporizando hasta el día viernes, que llegaron a una islita de los Lucayos, que se llamaba en lengua de indios Guanahaní. Luego vinieron gente desnuda, y el Almirante salió a tierra en la barca armada, y Martín Alonso Pinzón y Vicente Yáñez, su hermano, que era capitán de la Niña. Sacó el Almirante la bandera real y los capitanes con dos banderas de la Cruz Verde, que llevaba el Almirante en todos los navíos por seña, con una F y una Y: encima de cada letra su corona, una de un cabo de la cruz y otra de otro. Puestos en tierra vieron árboles muy verdes y aguas muchas y frutas de diversas maneras. El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra, y a Rodrigo de Escobedo, escribano de toda la armada, y a Rodrigo Sánchez de Segovia, y dijo que le diesen por fe y testimonio cómo él por ante todos tomaba, como de hecho tomó, posesión de la dicha isla por el Rey y por la Reina sus señores, haciendo las protestaciones que se requerían, como más largo se contiene en los testimonios que allí se hicieron por escrito. Luego se ajuntó allí mucha gente de la isla.
La isla estaba habitada por el pueblo
Lucayo o Taíno. El texto arriba citado, señala la primera oportunidad en la que los europeos utilizaron el término «indios» para denominar generalizadamente a los pobladores de América, palabra que deriva del error que cometieron al pensar que la isla Guanahaní se encontraba en la zona oriental del
continente asiático, que los europeos de entonces confundían con
India. En el diario de a bordo, Colón deja escrita su primera impresión sobre los nativos que hallaron:
Jueves 11 de octubre: Esto que se sigue son palabras formales del Almirante, en su libro de su primera navegación y descubrimiento de estas Indias. «Yo -dice él-, porque nos tuviesen mucha amistad, porque conocí que era gente que mejor se libraría y convertiría a nuestra Santa Fe con amor que no por fuerza, les di a algunos de ellos unos bonetes colorados y unas cuentas de vidrio que se ponían al pescuezo, y otras cosas muchas de poco valor, con que hubieron mucho placer y quedaron tanto nuestros que era maravilla. Los cuales después venían a las barcas de los navíos adonde nos estábamos, nadando, y nos traían papagayos e hilo de algodón en ovillos y azagayas y otras cosas muchas, y nos las trocaban por otras cosas que nos les dábamos, como cuentecillas de vidrio y cascabeles. En fin, todo tomaban y daban de aquello que tenían de buena voluntad. Mas me pareció que era gente muy pobre de todo. Ellos andan todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque no vi más de una harto moza. Y todos los que yo vi eran todos mancebos, que ninguno vi de edad de más de treinta años: muy bien hechos, de muy hermosos cuerpos y muy buenas caras: los cabellos gruesos casi como sedas de cola de caballo, y cortos: los cabellos traen por encima de las cejas, salvo unos pocos detrás que traen largos, que jamás cortan. De ellos se pintan de prieto, y ellos son de la color de los canarios ni negros ni blancos, y de ellos se pintan de blanco, y de ellos de colorado, y de ellos de lo que hallan, y de ellos se pintan las caras, y de ellos todo el cuerpo, y de ellos solos los ojos, y de ellos solo el nariz. Ellos no traen armas ni las conocen, porque les mostré espadas y las tomaban por el filo y se cortaban con ignorancia. No tienen algún hierro: sus azagayas son unas varas sin hierro, y algunas de ellas tienen al cabo un diente de pez, y otras de otras cosas.
Los taínos habían organizado una
sociedad agraria, relativamente avanzada, basada en el cultivo del
maíz, la
mandioca y el
algodón, incluyendo otros importantes cultivos como el
maní (cacahuete), la
pimienta, la
piña, la
batata y el
tabaco. El propio Colón relata en su diario que cultivaban calabazas y algodón y que poseían casas y «huertas de árboles».
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Colón desembarca en Guanahaní.
Taínos y españoles intercambiaron productos pacíficamente, pero aquellos no tenían posesiones de
oro, principal producto que buscaban los españoles. Al día siguiente el Diario comentaba:
Sábado 13 de octubre: Yo estaba atento y trabajaba de saber si avía oro y vide que algunos de ellos traían un pedaçuelo colgado en un agujero que tienen en la nariz. Y por señas pude entender que yendo al Sur o Bolviendo la isla por el Sur, que estaba allí un rey que tenía grandes vasos de ello, y tenía muy mucho.
Sin embargo, a pesar de la buena relación entre taínos y españoles, Colón ya pensaba en Guanahaní, en la posibilidad de
esclavizarlos:
Domingo 14 de octubre: puédenlos todos llevar a Castilla o tenellos en la misma isla captivos, porque con cincuenta hombres los ternán a todos sojuzgados y los harán hazer lo que quisieren.
Arribaron después a la isla de
Cuba, bautizada con el nombre de Juana, y posteriormente a
La Española. El
25 de diciembre encalló la carabela
Santa María y con sus restos mandó construir un fuerte llamado
Navidad, en el que dejó una pequeña guarnición.
En su primer viaje Colón capturó varios indígenas que fueron llevados cautivos a España, donde los reyes católicos ordenarían primero venderlos como esclavos y luego liberarlos.
14 El
16 de enero de
1493, con las dos naves restantes,
La Pinta y
La Niña, emprendieron el viaje de retorno. Durante la travesía las dos naves se separaron por culpa de una fuerte tempestad, en la que los tripulantes de
La Niña al verse a punto de naufragar, realizaron el denominado
voto colombino. Finalmente Colón, con
La Niña, consigue arribar a duras penas en Lisboa, Martín Alonso Pinzón hace lo propio en el puerto de
Bayona. Las naves, por fin, llegaron a
Palos el
15 de marzo con pocas horas de diferencia, y Colón marchó a
Barcelona para informar a los reyes de su descubrimiento, mientras que Martín Alonso Pinzón falleció a los pocos días del regreso, siendo enterrado seguramente en el
monasterio de La Rábida según era su voluntad.
Segundo viaje
La
segunda expedición salió de
Cádiz el
24 de septiembre de 1493. Este viaje tenía como finalidad asentar la presencia española en los territorios descubiertos y encontrar el camino hacia
India y
Catay. La primera isla a que arribó fue La Deseada (3 de noviembre); después descubrió Puerto Rico y llegó a La Española, donde encontró destruido el
Fuerte de La Navidad por una ofensiva de
Caonabo. En la misma isla fundó la ciudad de la
Isabela (
6 de enero de
1494). Continuó su viaje de exploración y recorrió las costas de Juana (
Cuba) y Santiago (
Jamaica). A fines de 1494 o principios de
1495 se dirigió hacia el sur.
Los escritos de este viaje registran algunas situaciones de violencia sexual contra mujeres indígenas, como la que relata uno de los hombres de su tripulación.
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Tras este viaje se dedicó a consolidar el dominio sobre La Española. En
1496 regresó a
España, llegando a Cádiz el
11 de junio.
Tercer viaje
El
tercer viaje comenzó el
30 de mayo de
1498. Colón partió de
Sanlúcar de Barrameda y llegó a la isla de Trinidad a finales del mes de julio. Del 4 al 12 de agosto visitó el
golfo de Paria, en la desembocadura del río
Orinoco. Denominó a toda esta región Tierra de Gracias
, por la amabilidad de los indígenas. Supuso que había llegado a un continente por la gran cantidad de agua dulce. Así, por primera vez, se llegaba a Tierra Firme.
Posteriormente recorre y explora las tres islas del actual estado de
Nueva Esparta, la isla principal la llamó Asunción, las otras son las actuales
Cubagua y
Coche. Posteriormente
Cristóbal de la Guerra, le cambió el nombre a la Asunción por el de
Margarita por la gran cantidad de perlas que había.
Finalmente arribó a
La Española. En esta isla los españoles se habían sublevado por la falta de riquezas que supuestamente encontrarían. En una de las negociaciones, Colón propuso a un grupo de españoles el regreso a Cubagua para el tráfico de perlas. Se fundó un asentamiento perlífero y más tarde, en
1528, de este asentamiento nació la primera ciudad fundada por españoles en continente americano,
Nueva Cádiz.
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A la llegada del administrador real, Francisco de Bobadilla, Colón fue arrestado. Al llegar a España, en 25 de noviembre de 1500, fue puesto en libertad, pero perdió su prestigio y sus poderes.
Cuarto viaje
Estrecho de Malaca. Este estrecho era el que buscaba Colón en su cuarto viaje, creía que había llegado a Asia, y lo necesitaba para llegar a las
Indias.
Pese a los problemas por la pérdida de sus poderes, inició el viaje, aunque con una serie de prohibiciones, como la de tocar tierra en La Española. El objetivo de este viaje fue encontrar un estrecho (el
Estrecho de Malaca) que le permitiera llegar a las
Indias, al oeste de las Antillas, ya que se veía que éstas no lo eran aunque no podían quedar muy lejos de las tierras por él descubiertas. Salió del puerto de
Cádiz con dos carabelas y dos navíos (
La Capitana,
La Gallega,
La Vizcaína y el
Santiago de Palos) el día 11 de Mayo. Pasando por Canarias, llegó a las Indias en 30 días.
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Por los problemas surgidos en La Española,
Nicolás de Ovando, nuevo gobernador de la colonia, no permitió que Colón desembarcase a pesar de una inminente tempestad y que cambiase uno de sus buques por otro de mejores condiciones. Colón capeó como pudo el temporal y pasó a Jamaica, aunque la tormenta no le dejó hasta el 12 de septiembre, 88 días de tormenta.
Siguiendo al oeste, descubriendo la
isla de Guanaja, en la costa de
Honduras, encontró una embarcación con mercaderes mayas que le ofrecieron cacao. En la Punta Cajina (hoy Punta Trujillo) los tripulantes bajaron a tierra para asistir a la primera
misa católica celebrada en la tierra firme de América; siguiendo al este los sorprendió un
huracán, durante varias semanas las 4 naves fueron sacudidas por la tormenta y el
12 de septiembre doblaron un
cabo. Allí se calmó la tormenta y Colón lo bautizó como
Cabo Gracias a Dios (en la costa de
Nicaragua) por decir «Gracias a Dios que al fin salimos de esas honduras» y de allí navegó hacia el sur.
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Varios viajes siguieron a estas expediciones. Hoy se conocen como los Viajes Menores, los cuales permitieron reconocer la existencia del continente Americano y explorar toda la costa de Venezuela.
Los viajes menores o andaluces
En 1499 la Corona decide poner fin al
monopolio que tenía Colón sobre las navegaciones a las Indias y abre el negocio a otros navegantes y empresarios. Esto da lugar a la realización de una serie de expediciones que los historiadores han denominado «viajes menores», «viajes de reconocimiento y rescate» o también «viajes andaluces», ya que todos se organizaron y partieron desde
Andalucía y los que participaron en ellos residían mayoritariamente en esa región de
España.
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Muchos marinos como
Pedro Alonso Niño, descubridor de las costas de
Paria (
Venezuela),
Andrés Niño, descubridor de las costas centroamericanas,
Bartolomé Ruiz, descubridor y navegante del Pacífico que integró como piloto la famosa expedición de Pizarro de los
Trece de la Fama;
fray Antonio de Olivares, fundador de la ciudad de
San Antonio de
Texas,
Alonso Vélez de Mendoza, repoblador de la isla de Santo Domingo,
Diego García de Moguer que tomó parte en el primer viaje alrededor del mundo junto a Magallanes,
Juan Ladrillero, considerado el otro descubridor del Estrecho de Magallanes,
Vicente Yáñez Pinzón, descubridor del
Brasil,
20 21 Juan Rodríguez Mafra que participó como piloto de la Nao San Antonio en el viaje de la primera
vuelta al mundo.
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Consecuencias
La llegada de Cristóbal Colón a América está considerada como uno de los hechos más importantes de la
historia universal por las consecuencias que tuvo y debe relacionarse con el primer viaje alrededor del mundo realizado por la tripulación de
Fernando de Magallanes pocos años después, que abrió paso a la conquista del mundo por parte de Europa.
Consecuencias a largo plazo
La llegada de Cristóbal Colón supuso el comienzo de la
conquista de América, cuya primera campaña fue la de Cuba (por Velázquez), a la que siguió la del Imperio mexica (por
Hernán Cortés), la del Imperio inca (por
Francisco Pizarro), etc, hasta su finalización definitiva tras los decretos de
Felipe II de abolición de la conquista. A partir de aquí comenzará la llamada «colonización de América», abierta por holandeses, franceses, etc, cuya diferencia radica en el hecho de no establecerse por campañas, sino por factorías de interés comercial (contrario a la Monarquía hispánica, con deseos de crear otras Españas en todos los sentidos, tanto jurídicamente, administrativamente, etc.).
El contagio de las enfermedades que los europeos llevaron consigo (
viruela,
tifus,
fiebre amarilla, etc.) produjo un colapso de la población americana que produjo un gran impacto en la mortandad. Igualmente vinieron enfermedades de las Américas como la en su día temida
sífilis(que diezmó la población europea desde las posesiones españolas en Italia en 1494).
La principal riqueza generada por los territorios españoles y colonias portuguesas en América fue la extracción del
oro y la
plata. En los primeros 150 años de conquista, 17 000 toneladas de plata y unas 200 toneladas de oro arribaron a España.
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Otra importante consecuencia de la llegada de los europeos a América, fue la difusión mundial de los
alimentos que habían sido desarrollados por las culturas americanas y que hoy se estima constituyen el 75% de los alimentos consumidos por la
Humanidad, entre ellos el
maíz, la
batata, la
calabaza, el
tomate, el
chocolate, el cacahuate o maní, la
vainilla, los
ajíes, la
palta o
aguacate, todos estos originarios de Mesoamérica, con justa razón nombrada por los conquistadores «el cuerno de la abundancia», y la
papa (o
patata como se denomina en España) originaria de los pueblos nativos de los Andes. Otros productos importantes desarrollados en América son la
goma y el
tabaco.
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Por otro lado, los españoles primero y los europeos después llevaran consigo a América animales tan útiles como los
caballos, los
burros, los
asnos y demás ganado como las vacas castellanas, los
bueyes, las
ovejas y animales de granja como los
cerdos, las
gallinas /
gallos, los
conejos... Así como ciertos árboles frutales, la
cebada, la
avena, el
centeno y el
trigo de la
Península Ibérica y la
caña de azúcar de la
islas Canarias o Madeira, que tanto éxito tuvo en el Caribe o el mismísimo
café de las colonias portuguesas en África.
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La llegada de Colón a América causó también una gran expansión de la
navegación y el
comercio entre pueblos que se volvió mundial.
No todo fue horror: sobre las ruinas del mundo precolombino los españoles y los portugueses levantaron una construcción histórica grandiosa que, en sus grandes trazos, todavía está en pie. Unieron a muchos pueblos que hablaban lenguas diferentes, adoraban dioses distintos, guerreaban entre ellos o se desconocían. Los unieron a través de leyes e instituciones jurídicas y políticas pero, sobre todo, por la lengua, la cultura y la religión. Sí las pérdidas fueron enormes, las ganancias han sido inmensas.
Para juzgar con equidad la obra de los españoles en México hay que subrayar que sin ellos ―quiero decir: sin la religión católica y la cultura que implantaron en nuestro país― no seríamos lo que somos. Seríamos, probablemente, un conjunto de pueblos divididos por creencias, lenguas y culturas distintas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Descubrimiento_de_Am%C3%A9rica